Si no necesitás de tantas pastillas y cuidados cómo los necesita mi cuerpo para que funcione bien, no te quejes tanto por cosas tan insignificantes, mirálas desde la distancia, que así a veces podés ver el panorama completo.
Sé que hay personas que necesitan aún de muchísimos más medicamentos o una vacuna pero ni siquiera pueden tenerlos, por eso dentro de todo puedo dar gracias porque trabajo para comprar al menos una parte de lo que preciso para mi salud y rehabilitación.
Siempre habrá gente que estará mejor y peor que uno. Aprendé de todos:
- Del que está mejor para trabajar mucho, estudiar más y tener un modelo que te inspire.
- Del que está peor para dar gracias por lo que te toca mejor e intentar ayudarlo a que salga de su pozo o encierro.
Al final miráte a vos mismo, si no te gusta lo que sentís por dentro, hacé cosas buenas que te motiven, ayudar por ejemplo, muchas veces es un bálsamo para el alma.
P/d= Post que salió de una charla existencial con una amiga que no la pasaba bien y ahora ya no está.