Lo que mi mente quiere dar por sentado, mis sentimientos o mi corazón no lo toman como certeza sino como una posibilidad nada más. Así el inicio de diciembre por muchísimo tiempo fue como volver a ver la misma película pero con detalles que antes no tenía en cuenta o mejor dicho, es el inicio de la saga de muchas películas que tienen su punto de partida este mes.
Del último diciembre caminando recuerdo justamente uno de esos puntos del que hablo: la peregrinación a Caacupé con 2 de mis mejores amigas y son imágenes tan graciosas, tan lindas, un clásico de mi filmografía imaginaria que me hacen ver cuán intensa de emociones es mi vida, muchas muy tristes otras muy felices. Encontrar el equilibrio y sacar lo mejor de cada cual es lo que me ayuda a seguir.
Caminé muchísimo siempre y es hasta irónico como he dicho otras veces que entre mis canciones favoritas esté una de Joan Manuel Serrat, “Caminante” que tiene entre sus estrofas los versos de Antonio Machado , poema que copio a continuación:
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.