
Izquierda: mi hoppy preferido. Derecha: los nuevos de ellas. Quieren tener a su tía de alguna manera, sin importar cuantos kilómetros separen un país del otro.
Así me quieren, con gestos sencillos a veces, con actos enormes siempre.
Crecieron sabiendo que preciso ayuda para casi todo. No tengo que pedir nada, ellas lo saben dependiendo de la hora en el día, si escuchan mi voz llamándoles aparecen las niñas superpoderosas como un rayo.
Mis pequeñas, mis 3 luceros trasandinos. La definición del amor incondicional.