La silla está donde tiene que estar porque ahora la tiene Renato, era su sueño y ahora es una realidad porque logré vender la silla de ruedas.
La persona que compró no la necesita así que pidió que yo la tuviera hasta cambiar por una más adecuada a mi situación actual y luego la donara. Eso hice, ya la doné porque aún tengo los puntos de mi cirugía y pronto me someteré a otra.
Tengo una que no es automática ni plegable pero que para estar en casa por ahora sirve.
Sólo pido a Instituto de Previsión Social que vuelva a incluir Pregabalina en Pacientes Crónicos.
No me quejo de la atención médica que recibí ahí porque fue de primera, los médicos tratantes siempre me atendieron con tiempo y sin apuro. Los aprecio y admiro sinceramente a todos y cada uno, al Dr. Carlos Codas que fue brillante y se fue muy pronto, a los que ya se han jubilado, a los que siguen allí.
¡Gracias a M por su gesto y gracias a ustedes por todo el apoyo que me ofrecen, por la buena energía y el cariño que me dan, eso me mantiene fuerte!.
Y un agradecimiento a los medios que se hicieron eco de mi publicación ofreciendo en venta mi silla de ruedas:
https://www.extra.com.py/edicion-impresa/ips-vendio-su-silla-ruedas-comprar-costoso-remedio